En estas dos áreas, más de 60 proyectos expresan problemáticas que nos interpelan a todos como integrantes de un planeta que compartimos. Investigan, proponen y desarrollan actividades con una clarísima conciencia destinada a mejorar la calidad de vida de las personas, bajo la premisa de que es fundamental cuidar el entorno en el que convivimos.

 

En materia ambiental, las iniciativas se orientan a analizar y proponer acciones concretas para contrarrestar ciertas problemáticas: el agua que consumimos, la contaminación ambiental y de ríos, residuos que producimos, reciclado y construcción de nuevos materiales, protección de especies en vías de extinción, los incendios, el bosque y el monte natívos…  Son todos temas que están en la agenda de los proyectos del área de Educación Ambiental de la Feria de Ciencias y Tecnología y que se desarrollaron situados en sus comunidades y problemáticas locales.

Inventos de nuevos dispositivos. En materia de tecnología, los proyectos proponen dispositivos para mejorar, por ejemplo, la alimentación de aves de corral, la potabilización del agua o el desarrollo de aparatos automáticos de desinfección (para eliminar virus).

Enseñanza y aprendizaje en tiempos de pandemia. También encontramos el desarrollo de nuevos dispositivos para reconfigurar el espacio de enseñanza aprendizaje en estos tiempos de aislamiento: aprender en casa cocinando; robótica a través del juego, la creación de una biblioteca virtual en tiempos de pandemia.

En este marco, investigaciones de nivel superior plantearon la importancia de analizar la enseñanza de la Educación Tecnológica en el contexto de excepcionalidad sanitaria y pedagógica, observando desafíos y oportunidades.

Huertas familiares. Por otra parte, mediante la educación tecnológica se trasladaron desde las escuelas las prácticas productivas a los hogares de los estudiantes. Iniciativas como estas posibilitaron la elaboración de productos alimenticios y los miembros del hogar serían los principales beneficiados con una huerta hogareña, o la crianza de pequeños animales. Uno de los proyectos vinculados a las huertas familiares se ocupó de construir un secador solar con el objetivo de facilitar el procesamiento de excedentes de la producción de las huertas.

Entre los más pequeños, la germanización sigue siendo la protagonista a la hora de conocer el tiempo vital de las semillas hasta convertirse en una planta.

TICS. Otros proyectos más vinculados a las Tecnologías de la Información y la Comunicación han propuesto, por ejemplo, alternativas al Wi-Fi, mediante un nuevo sistema de comunicación inalámbrico. En el rubro de la informática, la seguridad digital emergió como otro problema a analizar. Así, un estudio cualitativo y cuantitativo se orienta a conocer cuánto sabemos en esta materia. Y también, aprovechando los beneficios de las TICs, un grupo trabajó en torno al desarrollo de un pastillero inteligente con un mecanismo adaptado para personas sin audición o sin visión.

Productos naturales. Otros grupos se dedicaron a desarrollar productos basados en residuos, como es el caso de la generación de biodiesel con aceites usados en frituras, y que pueden servir como combustible para equipos de emergencia. Otros trabajaron en la elaboración de un producto natural (vinagre de manzana) para ser utilizados en el combate contra plagas que pueden afectar a ciertas plantas.

En otras iniciativas, la fusión de arte y tecnología posibilitó la construcción de instrumentos musicales de percusión en el hogar, con elementos disponibles.

Una diversidad increíble de trabajos. En todos ellos, se observa creatividad, entusiasmo y deseos por mejorar la calidad de vida de las personas y del entorno, con el conocimiento científico tecnológico como sustento. Aprender, reflexionar y crear son palabras que describen apenas un poco todo lo logrado en cada una de estas iniciativas.