• Se confirmó para fin del mes de julio el lanzamiento desde Cabo Cañaveral (EE UU) del lanzamiento del satélite SAOCOM 1B.
  • Técnicos, ingenieros, científicos e investigadores de empresas cordobesas trabajaron en el armado de sus distintas partes.
  • El Ministerio de Ciencia y Tecnología organiza un ciclo de conferencias virtuales para conocer más detalles sobre la tecnología espacial que se realiza en Argentina.

A fines de este mes la República Argentina sumará un nuevo hito en su historia aeroespacial con la puesta en órbita del Satélite SAOCOM 1B. Se sumará así a su gemelo, el 1A, que fue lanzado en 2018.

Parte del desarrollo de estos equipos se realizó en la provincia de Córdoba, a través del aporte de empresas, profesionales, técnicos, investigadores y científicos locales. Además, el seguimiento y control de este satélite también se realizará desde nuestro territorio. Ambos satélites trabajarán en espejo y formarán parte de la constelación de satélites argentinos propios en el espacio.

EN PRIMERA PERSONA

El camino hacia Falda del Carmen invita a ir olvidando la ciudad, para adentrarse en las primeras estribaciones del paisaje serrano cordobés. Ingresar a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en esta localidad conmueve: en medio del aire fresco y de un silencio monacal, prepotentes antenas van siguiendo el paso de los satélites de observación de diferentes países cuyas imágenes allí se reciben, y del SAOCOM 1A que la Argentina tiene en órbita. Pronto serán dos los que formarán la constelación de nuestro país en el espacio.

Josefina Peres, jefa del proyecto SAOCOM de CONAE expresó: “Estas son las cosas que más nos llenan de orgullo, porque trabajamos muchísimo tiempo en este desarrollo”. La sensación de los científicos e ingenieros participantes de este proyecto se replica exponencialmente. Todos confiesan que cuando vieron el lanzamiento del SAOCOM 1A y luego la antena desplegada, o cuando recibieron las primeras imágenes no pudieron dejar de emocionarse. Ahora están expectantes por el lanzamiento del 1B.

Ambos satélites, a diferencia de otros, poseen tecnología de observación mediante radar, la más avanzada en la materia. Esto les permite operar incluso cuando no hay iluminación solar. Además, por el tipo de onda que emiten, pueden penetrar en la tierra. Así, es posible conocer la humedad de los suelos, detectar derrames de hidrocarburos en el mar, hacer el seguimiento de inundaciones o incendios lo que facilita la actuación en casos de emergencia: “Contar con tecnología satelital en órbita nos ofrece la posibilidad de recibir y administrar los datos, con independencia de otros países que poseen similares desarrollos. Esto nos conduce a lo que se denomina ‘soberanía’ para tomar decisiones, basadas en conocimiento propio”, explican los especialistas.

Además, señalan que los datos van a estar accesibles a los especialistas de la Argentina, que quizás puedan encontrar en sus disciplinas aplicaciones particulares que no tenemos previstas hoy. Un campo virgen disponible.

Argentina en la élite mundial del desarrollo satelital

El relato de quienes participaron activamente en el desarrollo de ambos satélites conduce a admitir la épica: nos sitúa a la vanguardia mundial. Pero detrás de la hazaña de colocar en el espacio unos gigantes equipos ultra tecnológicos para obtener datos valiosos, hay más. Ocurre que las investigaciones en materia aeroespacial incrementan las capacidades de nuestro vigoroso núcleo científico, de manera tal que su potencia se multiplica en las sociedades que las albergan: La investigación aeroespacial es la madre de los más grandes desarrollos en la tierra.

La tecnología de satélites es una tecnología terriblemente exigente y de punta. En este tipo de desarrollos los expertos se ven obligados a aprender mientras hacen. En este sentido, la Ing. Peres admite: “Nosotros no sabíamos lo que era construir una antena radar; fue un camino enorme. Fue un desafío tecnológico. A lo largo de estos años hemos dominado la tecnología satelital a través de la investigación y el desarrollo para SAOCOM”. Agregó además que para lograr este gran desafío, fue necesaria la intervención de muchas disciplinas: ingeniería, biología, electrónica, matemática, física, agronomía, mecánica, software, química, sistemas informáticos, representadas por más de 900 personas.

En el mismo sentido, el Ing. Lucas Bruno, responsable del Centro de Control de Misión de la CONAE, señala: “Para los SAOCOM hubo que aprender sobre diversas tecnologías, procesos nuevos y validarlos. Atrás de este desarrollo hay mucho aprendizaje. Construir un gran sistema que integra muchas partes y piezas de software y hacer que funcionen bien es todo un desafío. Un sistema crítico, configurado, que no puede fallar y que si ocurre, pueda encontrar una alternativa para seguir funcionando”.

Ciclo de conferencias «Ciencia y Tecnología en el espacio»

En este marco el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba, inició una serie de webinars, donde científicos e ingenieros del proyecto SAOCOM explicarán detalles de la misión que enorgullece al país. Este Ciclo «Ciencia y Tecnología en el Espacio» puede ser consultado en la página web del Ministerio de Ciencia y Tecnología.